samedi 1 octobre 2011

Otoño


Era uno de esos días frios de principio de otoño. Y le había seguido hasta un motel raro. Avenida Roja. Sí, era eso, se llamaba A-ve-ni-da Ro-ja.


Serán cincuenta dólares, le dijo.

Cinqcuenta dólares, repitió, mientras se sentaba sobre lo que parecía ser una cama.

Y por adelantó, le recordó mientras curioseaba un poco por la habitación.

Se levantó para dejar el dinero sobre el minibar, y luego volvió a sentarse en el mismo lugar.

No tengo, ¿ tú tampoco ? No.

Da igual, va a ser un momento.

No me importa, no parece peligroso.


Cincuenta dólares. Ni un solo centimo más.

Eso es lo que tenía que pagar para la muerte invisible, lo llaman así y él no sabía por qué, ni se interesó en preguntar.


Unas semanas después recibió entre su correo factura. Pero si yo pagué el servicio, pensó.

Avenida Roja (M A R)

18-09-2011  

Factura N° 98003

Concepto: Transmición del virus mortal.

Importe : 50 $

Observaciones : Pagada.

No se le ocurrió nada, aparte de ir a preguntarle al vecino si le había llegado algo parecido.


Me inspiré aquí.



9 commentaires:

Andrea Trujillo a dit…

Me encanta la fotografía
(y la entrada).

¡Saludos!

Humberto Dib a dit…

Un texto interesante, mi querida amiga, me gusta cuando escribes.
Por cierto, cincuenta dólares es un buen precio, y viene con factura y todo.
Besos.
HD

Dangereusse a dit…

Quizá yo sí me habría preguntado porqué se llama muerte invisible.
Un beso.

Dangereusse a dit…

Quizá yo sí me habría preguntado porqué se llama muerte invisible.
Un beso.

Ricard a dit…

Hola guapa.
Por fin he podido solucionar mis problemas con blogguer y por fin puedo dejar comentarios.
Un poco fuerte tu historia...
Menuda cara se le pondria al recibir la facturita.
Un abrazo.
Ricard

Ro ! a dit…

Siempre hay alguien diciendo que lo mejor es olvidar, a veces hacemos caso a veces no.
Reitero gracias por pasar por mi blog y dejar tus comentarios =)
un beso

El lector perspicaz lee de todo o lee de nada

Unknown a dit…

Genial!! Un abrazo.

Andrea a dit…

Oh dios. Que blog tan genial de verdad. Te sigo desde ya!

un besazo enorme :)

Sol en las alturas a dit…

Qué gustazo...