lundi 16 janvier 2012

La sonrisa amarga


a veces soliamos acabar nuestras largas charlas discutiendo por todo. Empezabamos hablando de la iniciativa de los jovenes de hoy en dia, o del papel de las mujeres en la historia, y acababamos discutiendo sobre el amor o la familia. 'Algo normal' nos solia decir Carla cada vez que nos veia discutir. Pero lo cierto es que hoy, todo eso... las promesas, las bonitas palabras es lo que mas hecho de menos. Y aunque intento olvidar, aunque he quitado todas las fotos, he escondido todos los retratos, y he regalado las pocas cosas que quedaban de ti, nada, no he conseguido olvidar. No olvidamos, avanzamos.. Tampoco he conseguido avanzar: cada mañana me levanto, saludo, intento despertarme con mi dosis de cafeina -aunque lo cierto es que nunca haya conseguido dormir- un cigarillo detras de otro, y vuelvo a reaparecer con aquella sonrisa amarga que me dejaste.. el unico recuerdo que aun no consegui borrar, y todo vuelve a empezar: las largas charlas, pero esta vez son otras personas, otros decorados, otros temas por los que acabo discutiendo. Sera que el tiempo sigue pasando y que, yo, solo soy otra pieza de encaje. A veces me pregunto, que es lo que me ha hecho pensar que soy indispensable...

8 commentaires:

Ina a dit…

Queremos ser indispensables, pero no lo somos, al menos por tiempo indefinido.
Un beso.

Anonyme a dit…

Magnífico texto...y pensar que alguna vez todos nos hemos sentido así...
Me ha gustado leerte!
Un abrazo.

Ada a dit…

Quería decir lo mismo que ha dicho Ina...

David Cotos a dit…

la frase correcta es "no olvidamos, avanzamos" eso lo tengo siempre presente.

Pd: Te invito a que visites mi blog de cine, ahí también publico cuentos.

Imilce a dit…

Porque todo caduca, también las promesas.

Vi' a dit…

Cela ne fait que six mois que je n'ai plus de cours d'espagnol mais ça commence à se faire ressentir.. Je vais m'y remettre et retrouver mon ancien niveau en langue ! =)

Dangereusse a dit…

No se olvida jamás. En mi caso mi nombre me lo recuerda siempre , la memoria es una extraña maldición con la que tenemos que vivir.
Me gusta mucho , no le veo quizá una conclusión que añadir y por eso me gusta.
Un beso

Julio Béjar a dit…

Tenías otro blog... ¿qué ha pasado con los gallinas y los huevos?