samedi 17 décembre 2011

El baúl de mis recuerdos pesa tanto...



Mouna solía acercarse a él y pedirle que le contara una historia. En un principio él nunca quería, decía estar cansado y haber tenido un día malo -pero lo cierto es que siempre acababa cediendo. 

Se imaginaba unas historias fantásticas con dragones y brujas; con bosques encantados y princesas tristes que siempre acaban comiendo perdices en un palacio con mil elefantes y jardines infinitos. 

Recuerdo tambien, como Mouna se sentaba a su lado, con los ojos grandes abiertos, intentando no perderse ni una palabra de las muchas que fluían de su boca. Todos le preguntaban de donde sacaba todos estos cuentos, pero él nunca quiso responder, por eso yo nunca me atreví a preguntarle. 


Ha pasado mucho tiempo desde entonces, y cuando subí al desván me encontré con un extraño cuaderno. Solo me bastó con leer la primera página para saber de qué se trataba. Allí estaban todos los cuentos que le contaba a la pequeña Mouna. Por eso, y porque habia perdido el recuerdo de su rostro, decidí bajarlo conmigo y leermelo. 

El baúl de mis recuerdos pesa tanto que ya no puedo cargar con él- eso es lo que ponía al final. Eso tambien es lo que ponía en la carta que nos dejó antes de marcharse..

Felicidades 

2 commentaires:

Paco a dit…

Pero esta ahí... y eso es inevitable.


Saludos

Anonyme a dit…

En el baúl de los recuerdos se suelen encontrar bonitas sorpresas...